Como se buscan las palabras de un soneto
te he buscado sin mapa ni linterna
y te he pensado en él, ya eterna,
cuando pluma en mano para ti lo completo.
Como una armazón noble de cal y concreto,
allá cabeza, dedo y hombro, acá pierna,
te voy elevando a tu altura firme y moderna,
te voy tejiendo, aunque tu lo sepas, en secreto.
Y como se colocan ventanas y puertas,
te adorno con cristales de ternura
al tiempo que las dejo, para mi, abiertas.
Mi corazón a culminarte se apresura
con besos dinteles y caricias algo inciertas
que te van haciendo más tu, más criatura.
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